El intercambio de cartas entre los presidentes Carles Puigdemont y Mariano Rajoy fue el colofón formal y simbólico de un largo desencuentro. Su preámbulo fue la conferencia en Madrid del primero, de la que se ausentó el PP, pero no un par de cientos de ruidosos y violentos fascistas. La última cortina de humo de Rajoy y el PP ha consistido en retar a Puigdemont a comparecer en el Congreso. Cuando lo hacen, y cuando insinúan que no hacerlo es de cobardes, lo que pretenden es meter al ‘president’ en una ratonera. No buscan concertar un ejercicio de verdadera democracia … Continuar llegint