Andrea se ajusta la mascarilla en el ascensor, antes de salir a la calle. Le agobia. Ha probado varios modelos, pero no ha conseguido encontrar uno que le resulte cómodo. Empieza a caminar hacia la oficina, que está el centro de Barcelona. Observa que más o menos dos de cada diez personas con las que se cruza no llevan mascarilla, o la llevan con la nariz por fuera o bajo la barbilla. Bastantes turistas que no se enteran o hacen como que no se enteran. Su primera reacción es indignarse con los que pasan de la mascarilla. Pero enseguida, ya … Continuar llegint