La mejor defensa

«La mejor defensa es un buen ataque». Recuerdo la primera vez que leí esta frase. Fue en un tebeo. Yo era un niño fascinado por las aventuras del Capitán Trueno. En un momento en que el Capitán Trueno y sus compañeros de aventuras estaban siendo peligrosamente asediados, él, blandiendo la espada, lanzaba el grito y peleando todos a una conseguían que los malos acabaran huyendo.

Ya sé que la política poco tiene que ver con el personaje creado por Víctor Mora y el dibujante valenciano Ambrós, y que Mas no es el Capitán Trueno ni sus consejeros se asemejan a Goliath o Crispín, pero puede que, para entender por qué el president decidió dar un paso adelante y comprometerse con una consulta sobre la independencia, resulte de ayuda recordar la consigna del caballero de cómic.

Porque al menos una parte de lo sucedido -subrayo: una parte- tiene que ver con la convicción, por parte de Mas, el resto del Ejecutivo y CiU, de que ni la Generalitat ni Catalunya van a poder resistir los destrozos de la terrible crisis combinada con la actuación del PP. A la crisis hay que añadirle -desde la óptica del nacionalismo catalán- la ofensiva del Gobierno de Rajoy para, por una parte, centrifugar el déficit y al mismo tiempo trasladar a la Generalitat y a las otras comunidades los problemas, y, por otra, armar un discurso condenatorio para a continuación emprender, a través de la invasión competencial y la laminación, el derribo del poder autonómico. Lo del ministro Wert sería, en este sentido, solo la punta de un enorme iceberg.

Es en este contexto en el que, ya antes de las vacaciones del verano, Mas entiende que no tiene sentido quedarse quieto, pues de hacerlo las cosas no van a hacer más que seguir empeorando fatalmente. Es con motivo de la gran manifestación del Onze de Setembre que empieza a expresarse, a tomar forma concreta, la reacción ante una situación que se juzga insostenible y muy peligrosa.

¿Ha conseguido algo Mas actuando como lo ha hecho? Ha conseguido, a mi juicio, cambiar la dinámica dominante, que no es poco. Ya no es solo la Generalitat la que tiene un problema en relación al Estado. Ahora el Estado tiene también un problema con Catalunya. En correspondencia, y a la espera de lo que ocurra el día 25 de noviembre y pueda ocurrir después, la Generalitat ha logrado mejorar su relación de fuerzas respecto al Gobierno central y ha dejado de ser víctima propiciatoria.

Otro asunto será cómo el Govern y el Parlament que salgan de las urnas gestionarán el escenario surgido tras la Diada, gestión que, por descontado, resultará más o menos complicada -complicada lo será de todos modos- a tenor del nivel de respaldo que los electores otorguen a la fuerza política ganadora.

One thought on “La mejor defensa

  1. Amigo Marçal: No sé si alguna vez has leído la obra de Muñoz
    Seca “la venganza de Don Mendo” (Escritor español asesinado en Paracuellos). En ella habla del juego del siete y medio y constata que “pasarse es peor”. Tengo el presentimiento de que Mas se ha pasado y, por lo tanto, “es peor”. Siempre había creído que CIU era un partido nacionalista de centro-derecha, que sus dirigentes eran personas con “seny”, es decir, que sabían jugar al site y medio, con los pies en el suelo, a diferencia de los “somniatruites” de la izquierda. Esta vez yo no lo voy a votar. Para mi la independencia es un sueño y los sueños, sueños son. Ya me gustaría equivocarme pero los profetas … “nadie es profeta en su tierra” … y yo vivo muy lejos .

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