Los cinco posibles alcaldables del PSC por Barcelona se encuentran ya en plena campaña. La votación ciudadana se producirá en primera vuelta el próximo día 29. Me dispongo a dejar por escrito algunos apuntes sobre el proceso puesto en marcha por los socialistas.
Atrevimiento. Sumido en una crisis dolorosísima, debida tanto a causas propias como estructurales, el PSC ha sido capaz, sin embargo, de lanzar unas primarias muy ambiciosas. No era fácil, pues, dadas las circunstancias, el instinto de conservación, tan enraizado en los partidos políticos, bien podría haber conducido a otra cosa. No ha sido así y, además de un acierto para los socialistas, creo que estas primarias son una buena noticia para todos.
Buenos candidatos. Otro aspecto positivo del experimento son los candidatos. Jordi Martí, Laia Bonet, Carmen Andrés, Jaume Collboni y Rocío Martínez-Sampere tienen perfiles propios y encarnan sensibilidades diferentes. No obstante, tomados en conjunto, conforman un elenco de un notable nivel. La potente oferta en cuanto a alcaldables barceloneses contrasta de nuevo con el mal momento que atraviesa el partido.
Convulsión interna. Pese a lo dicho, no debe escapársenos que, para la mayoría de los candidatos, las primarias no son exclusivamente una vía para poder enfrentarse al convergente Xavier Trias, sino también una forma de ganar músculo político y blindarse ante la convulsa situación interna en el PSC. Esto es especialmente así para los más alejados del aparato del partido, a saber: Martí, Bonet y Martínez-Sampere.
Participación. La participación que consigan las primarias es una de las variables a partir de las cuales se juzgará el proceso. El número de avales presentados en conjunto por los seis candidatos iniciales (después fue excluido Manel Fernández tras invalidarse parte de sus avales) llegó a 8.661. Una participación cercana o por debajo a esa cifra supondría un fracaso. Por otra parte, una alta participación favorecería, en teoría, a los más críticos, mientras que una participación baja daría más opciones a Andrés y Collboni.
Soberanismo. Las primarias del PSC se proclaman «abiertas», y es así porque se anima a los ciudadanos a votar aunque no sean militantes. Tampoco se exige que hayan votado al PSC en el pasado o lo hagan en el futuro. Solo que compartan «los valores y principios del PSC». Ha causado revuelo una iniciativa surgida en las redes sociales para que el soberanismo acuda en apoyo a Martí. El caso es que tal llamamiento ha puesto nerviosos a dirigentes del partido. Permítanme recordar que el riesgo de que cosas así sucedan es inherente al modelo de primarias abiertas. Dicho de otro modo: cuando preguntamos a la gente debemos estar preparados para que no nos guste la respuesta.