VA JOSÉ MONTILLA, y a la vez que confirma -¿alguien lo dudaba?- que
será el candidato socialista a presidente de la Generalitat, anuncia a
bombo y platillo que el sindicalista Jaume Collboni se va a encargar de
la campaña del PSC. Es decir, que José Zaragoza, quien será recordado,
entre otros, por el si tu no vas, ellos vuelven, aparentemente va a
echarse a un lado. Montilla había dejado dicho el domingo, en la
primera conferencia abierta de Catalunya, Causa Comuna, que el público
vería caras nuevas. De momento, ayer se hizo la foto con el
relativamente joven y guapo Collboni. No obstante, cualquiera que sepa
cómo funciona el PSC sabe que una cosa son las apariencias de cara a la
galería y otra la realidad, y que por supuesto va a continuar siendo,
el artífice del si tu no hi vas, ells tornen, quien dirija con pulso
firme la estrategia socialista. Pese a todo, tuve curiosidad ayer mismo
por consultar el blog del novato Collboni.
Los textos presentan una
previsible y extenuante abundancia de tópicos políticamente correctos y
socialdemócratas. Su última entrada está dedicada precisamente al
encuentro de Catalunya, Causa Comuna, iniciativa por la que, cómo no,
se felicita. Alcanzan los elogios de Collboni a Raimon Obiols el líder
-por decirlo así- de la operación. Catalunya, Causa Comuna la improvisó
el PSC como réplica a la Casa Gran del Catalanisme, que hace dos años
se puso a trabajar para producir ideas y renovar el espacio político e
intelectual entorno a CDC. Con tal fin Mas rebautizó y dio alas a la
antigua Fundació Trias Fargas -ahora Fundació Catdem- y puso al mando
al brioso historiador Agustí Colomines, que no era ni es militante
convergente.
Los años que lleva Raimon Obiols -el presunto encargado de
fabricar ideas nuevas para Montilla y el PSC- con el carnet socialista
en el bolsillo se remontan casi a la prehistoria. Creció políticamente
a la sombra del desaparecido Joan Reventós para forjar su alma contra
Jordi Pujol, que le infligió una derrota tras otra. Al final, los
capitanes del PSC, con la paciencia agotada y doliéndoles los nervios,
decidieron apoderarse del partido por las bravas. Ello, sin embargo, no
impidió a Obiols -que cumplirá 70 años en agosto- y a su menguada
cohorte, los llamados obiolistas, acabar pactando con Montilla y su
poderoso clan un cómodo lugar al sol, algo que, por cierto, les ha
granjeado el vivo desprecio de los afines a Pasqual Maragall.