La reunión telemática del consejo nacional del PDECat, la tarde-noche del jueves, salió mejor de lo que algunos hubieran soñado hace no mucho tiempo. Los puigdemontistas habían renunciado a que se votara la propuesta de los presos para que los miembros del PDECat se incorporaran a JxCat y disolvieran el partido más tarde. El consejo nacional se desarrolló de forma plácida. David Bonvehí explicó cómo anda la negociación con JxCat y subrayó el mensaje que antes había hecho llegar también a Carles Puigdemont: el PDECat no va adesaparecer y, pase lo que pase, va a presentarse a las elecciones al Parlament.
La mayoría de la ejecutiva y del consejo nacional comparte la posición delpresidente del PDECat. Un influyente alcalde resume así la situación en el consejo: un 70 % está con Bonvehí, un 20- 25% está por aceptar lascondiciones de Puigdemont, y existe también un 5 -10 % que está harto, y ya no quiere saber nada de Puigdemont. Tema a parte, añade, es lo que pueda acabar haciendo el electorado. De momento, sin embargo, apuntan en el PDECat, se han producido muy pocas bajas de personas que quieran irse a JxCat.
Objetivo: grupo propio
En el caso de que al final no se alcance un pacto de coalición o federación entre PDECat y JxCat -formación que echó a andar el sábado- el objetivo de los primeros es poder conformar un grupo propio en el Parlament. En este sentido, varios dirigentes han urgido a Bonvehí a acordar ya, sin esperar al desenlace de las negociaciones con Puigdemont, quién va ser su cabeza de cartel: «En quince días deberíamos tener candidato».
Entre los principales dirigentes del PDECat no ha sentado nada bien que, en una turbia jugada, se les birlara el nombre de Junts per Catalunya. No les gusta tampoco ni la estrategia de Puigdemont sobre la independencia ni que el partido-movimiento de este se haya escorado a la izquierda. Por si todo ello fuera poco, saben perfectamente que, si se integran uno por uno en JxCat, va a ser muy fácil para Puigdemont y su entorno eliminarles de la ecuación.
Unas horas después del consejo nacional, Míriam Nogueras, cabeza visible de los partidarios de Puigdemont, hacía público que abandona la cúpula del PDECat, lo que prueba la renuncia a seguir batallando internamente. Además, Nogueras -proveniente del Centre Català de Negocis, donde coincidió con Joan Canadell, actual presidente de la Cambra de Barcelona- aspira a responsabilidades en JxCat, algo que ahora Puigdemont va a empezar a repartir entre sus fieles.