Xavier Trias es un hombre de un optimismo connatural y persistente. Como es lógico, afrontar unas elecciones como las del 24-M le causa inquietud, pero, diríamos, lo lleva con remarcable deportividad. De hecho, confía en que será el más votado y que podrá formar gobierno, un gobierno que, repite, quiere «fuerte». Su teoría es que, si se produce –como se prevé– una gran atomización en el consistorio barcelonés, eso le ha de facilitar cerrar pactos con otras fuerzas políticas. Algo que, por otra parte, ha intentado sin éxito en estos últimos cuatro años. A Trias no le va bien que … Continuar llegint