Ulises pasó largos años lejos de Ítaca. Artur Mas, tardó cinco en regresar a La Moncloa. Por descontado Zapatero no es Penélope. Eso sí, como el héroe clásico, Mas ha tenido que pasarlas canutas hasta poder alcanzar la presidencia de la Generalitat. Ahora que, cual conde de Montecristo, ha conseguido que sus huesos escaparan del ostracismo, vuelve cargado de experiencia para verse nuevamente las caras con un Zapatero ya incapaz de que alguien siga apreciando su talante y tragándose sus promesas. Un Zapatero al que su frivolidad y tacticismo han convertido, con la ayuda de la crisis y de la … Continuar llegint