Entrado el mes de agosto tuvimos la impresión, aunque fuera brevemente, de que este verano también se había suspendido el tiempo. Calma antes del choque anunciado entre el Gobierno de Catalunya y el Estado por el referéndum del 1-0. Pero irrumpieron los atentados de Barcelona y Cambrils. Se quebró el paréntesis, despertamos violentamente de la ensoñación. Destacaría por encima de lo demás dos cosas: la actuación de los Mossos y la solidaridad de la gente. Puigdemont y el Govern supieron estar en su sitio y cumplir con su papel; Rajoy y el Rey se esforzaron en atajar la sensación de … Continuar llegint